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Faltan pocos días para que el mundo conozca al sucesor del papa Francisco,
que murió el pasado 21 de abril en la casa de Santa Marta, poco después de haber sido dado de alta tras una serie de complicaciones respiratorias que lo mantuvieron más de un mes hospitalizado. Jorge Mario Bergoglio, nombre del fallecido pontífice, eligió por primera vez un nombre que para él representaba la humildad con la que recibía el alto ministerio tras el cónclave.
Sin embargo, hay un santo que ningún de los escogidos ha contemplado para ser llamado así. La Iglesia católica dice que es por tradición, pero por años se ha especulado con una profecía que vaticina lo peor si se adopta esa identidad.¿Por qué los papas no conservan su nombre?
Según el Vaticano, el cambio de identidad tiene que ver con “una costumbre milenaria profundamente arraigada en la historia de la Iglesia que está ligada a los orígenes del cristianismo”, recordando que en la Biblia quedó registrado cuando Jesús cambió el nombre del apóstol Simón por el de Pedro, considerado el primer pontífice de los 266 que ya han ocupado su trono a lo largo de los siglos.
“Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, fue lo que dijo el Hijo de Dios a Simón, uno de sus 12 apóstoles. “El nombre bautismal es sustituido por el pontificio, casi para resaltar ‘un segundo nacimiento’ al que es llamado el obispo de Roma después de su elección”, dice la religión católica.Los nombres más escogidos por los papas
El Vaticano nombra algunos de los predilectos de los que han regido el destino de la Iglesia católica. Entre ellos están: Pío, Gregorio, Juan, Benedicto, Inocencio, León y Clemente. También ha habido José, Santiago, Andrés y Lucas.
Señala que estos nombres se vinculan a santos y apóstoles y la afinidad que sienten los elegidos con ellos. En algunos casos, los combinan, como hizo Juan Pablo I. Al explicar la razón de su decisión expresó: “No tengo ni la sapientia cordis del Papa Juan ni la preparación y la cultura del Papa Pablo, pero estoy en su lugar, debo tratar de servir a la Iglesia”.
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Por su parte, Bergoglio, que eligió por primera vez Francisco, dijo que “me llegó al corazón el nombre: Francisco de Asís. Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y protege la creación”.El nombre que ningún papa ha elegido
Uno que resultaría obvio y que podría considerarse prohibido es el de Jesús, hijo de Dios. Sería "básicamente una blasfemia", según el profesor de teología Andrew Boyd. Pero de acuerdo con la Iglesia católica, el que tampoco ha sido elegido jamás estaría relacionado precisamente con lo que sería la tradición histórica. Se trata de Pedro, el apóstol y primer pontífice. Se cree que su nombre es demasiado sagrado para ser utilizado por otros papas.
El papa Francisco se refirió a él, en una entrevista, como “el jefe, porque Jesús le había dicho el primer día que le cambió el nombre cuando lo conoció: ‘Eres Simón, pero te vas a llamar Pedro’. Lo había puesto como piedra de apoyo del grupo. Y Pedro le hace esa confesión de fe, se juega entero. Pongámonos en la escena de decirle a una persona ‘tú no eres ni Fulano ni Mengano, tú eres Dios, el Hijo de Dios’. Si usted hoy le dice eso a alguno lo llevan al manicomio, dicen que está mal cabeza. Él se jugó entero y Jesús explica por qué tuvo la valentía de jugar: ‘Porque esto que dijiste no te lo reveló ninguna ciencia, sino el Padre a través de su Espíritu’. Y entonces cuando lo ve jugado así a Pedro, lo confirma en su nombre: ‘Tú, Simón, hijo de Jonás, que eres piedra, sobre esta piedra voy a edificar mi Iglesia’. Sobre la fragilidad de un hombre que tiene solidez de piedra en la medida que se apoya en la palabra de Jesús. Cuando se aleja de la palabra de Jesús es como cualquier hombre, no tiene la solidez de la piedra. Por eso lo elige a él, porque tiene la solidez de la piedra”.
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Pedro II y una profecía apocalíptica
Aunque se habla del respeto al primer papa de la Iglesia católica, también se ha hecho eco una predicción de San Malaquías, que habría sido escrita en el siglo XII, hace más de 900 años. Él redactó un documento conocido como ‘Profecía de los Papas’ en el que escribió una visión que supuestamente tuvo sobre los próximos obispos de Roma.
Pedro el Romano, quien pastoreará las ovejas en medio de muchas tribulaciones; cuando estas terminen, la ciudad de las siete colinas será destruida, y el Juez Terrible juzgará a su pueblo. Fin
Muchos asocian esto con la muerte del papa Francisco, pues se dice que quien lo suceda será el último papa de la Iglesia católica, antes del fin del mundo. Curiosamente, entre los nombres que suenan como papables hay tres Pedros: Pietro Parolin, quien fue el secretario de Estado en casi todo el pontificado del papa Francisco; Peter Turkson, considerado el más influyente de los candidatos africanos, y Peter Erdo, quien habla siete idiomas y se le reconoce por su conocimiento teológico y apertura a otras religiones.
Aunque vuelve a sonar la profecía de Pedro II con lo predicho por San Malaquías, se desconoce si el documento es auténtico, porque supuestamente fue escrito en los años 1100 y se hizo público hasta los 1500.
El mundo ahora está a la expectativa de quién será elegido en el cónclave el papa 267 de la Iglesia católica. Serán 53 cardenales europeos, 37 americanos, 23 asiáticos, 18 africanos y 4 oceánicos los que tomarán la decisión, aunque dos de ellos estarán ausentes por cuestiones de salud. El más joven de los electores es el australiano Mikola Bychok, de 45 años, y el más longevo es el español Carlos Osoro Sierra, de 79.
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El Vaticano cree que escogerá como nombre “el de alguno de sus predecesores, probablemente el de un santo. Quizás sea un nombre que ya se haya usado muchas veces en los dos mil años de historia de la Iglesia. También puede ser un nombre nunca elegido hasta ahora”, como hizo Francisco, o tal vez decida ser Francisco II.